El juez de primera instancia dictó sentencia única en las causas acumuladas, haciendo lugar a las demandas de IBM y Prisma, al mismo tiempo que desestimó la iniciada por la AFIP.
En consecuencia declaró la nulidad tanto de la resolución AFIP 52/2009, como de la resolución ME 413/2010, en cuyo mérito se habían revocado por razones de ilegitimidad las contrataciones directas 79/1994 y 91/1995, relativas a la "Solución Informática Integral para la Administración del Padrón de Aportantes al Sistema de Jubilaciones y Pensiones creado por la ley 24.241" (SIJP) y al "Sistema Integrado Tributario" (SITRIB).
Tras realizar un examen global que ponderó las circunstancias especiales de las contrataciones y las particularidades de un objeto contractual inédito y novedoso, dicha decisión fue confirmada por la sala, que afirmó que las irregularidades detectadas durante el procedimiento previo a la celebración de los contratos no eran susceptibles de acarrear una nulidad absoluta. Agregó que las insuficiencias puestas de resalto por la AFIP no podían ser consideradas aisladamente del contexto jurídico -y tecnológico- en que las contrataciones se insertaron, ya que sin perjuicio de las deficiencias que existieron, no debía soslayarse que el procedimiento de contratación pública se desarrolló en el marco de una situación extraordinaria y de urgencia, que dio lugar a un régimen diseñado específicamente para su celebración y ejecución.
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